La culpabilidad puede invadir una parte de nuestras vidas o un área específica, en cualquier caso no es adaptativo si surge en muchas situaciones y de forma contínua…¿pero? no os estoy contando ninguna novedad, ¿no? Hasta aquí todos de acuerdo, ¿correcto?
Sigue leyendo para comprobar qué sentimientos de culpabilidad son aquellos con los que te sientes más identificado/a:
1. Culpabilidad en relación a hijos/as : cuando te invade la idea de » no dedico el suficiente tiempo» «lo podría haber hecho mejor». Cuando los hijos son mayores el sentimiento se relaciona más con si les podría haber dado una vida mejor o por no poder ayudarles en situaciones difíciles.
2. Culpabilidad en el trabajo: Aquellas personas que consideran que no están dando lo que podríasn y que no realizan las tareas según ellos piensan que se espera. Se sienten insatisfechos/as.
3. Culpabilidad en relación a la pareja: Cuando la idea que predomina, es la de que «no soy la persona esperada» » no estoy dando todo lo que debería entregar»
El sentimiento de culpa por sí solo no ayuda a cambiar, si no se trabaja puede derivar en victimismo lo cual sólo lleva al desgaste de energías, debe evitarse. Algunas ideas para intentar hacer algo diferente:
1. Anotar cómo se manifiesta esa culpabilidad tanto física como emocionalmente. Registrar también dónde estás, con quién y hora del día.
2. Tras anotar lo que pensamos debemos analizar si el pensamiento es racional o irracional. Para ello borrar del vocabulario palabras como: «debería de», «tendría que haber hecho» » y si…» y eliminar rotundamente términos absolutos como: «siempre», «nunca»,»todo»,»mucho», «nadie» y términos catastrofistas como: «horrible», «fatal».
3. Por último, la sensación de culpabilidad debe racionalizarse, si no es posible, intentar cortar el pensamiento para observarlo de forma objetivo en cuanto se esté más relajado
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