Quejarse solamente nos sirve para desahogarnos aunque no aporta ningún beneficio real. Se trata de un hábito que deberíamos desaprender. Para que una queja sea útil debe ir acompañada de una acción, pensando y actuando con la finalidad de buscar soluciones y provocar cambios para mejorar.
Quejarse por quejarse simplemente es inútil pues sólo logrará que nuestra mente se centre en la negatividad, en la preocupación y en la crítica. Además es probable que si las quejas duran en el tiempo acabemos somatizando con sintomas más o menos graves.
La queja sólo hace que nos posicionemos como víctimas, haciéndonos creer que no tenemos ningún recurso para poder intervenir en nuestro futuro y en los acontecimientos que nos suceden.
La queja en si misma sólo conseguirá que nos sintamos decaídos, desprotegidos y ansiosos ante lo que pueda suceder y por supuesto no nos proporciona un proceso de pensamiento válido y adecuado para buscar soluciones a las situaciones que nos molestan y nos inquietan.
TRES PASOS PARA EVITAR LA QUEJA CONSTANTE
A continuación tres pautas para salir de la queja constante, desaprender a quejarnos por vicio. A base de constancia se puede modificar el hábito.
1-TOMA DE CONSCIENCIA
Ser consciente de que estamos haciendo algo que no nos gusta hacer, en este caso, darnos cuenta de que nos estamos quejando, de cuantas veces al día lo hacemos y de qué es de lo que nos quejamos. Esto es necesario porque sólo podemos cambiar aquellos comportamientos de los que somos conscientes.
2-EMPIEZA A CAMBIAR
Comienza a hacer el esfuerzo, ahora que ya eres consciente, intenta dejar a un lado todos esos pensamientos negativos que te producen emociones negativas y que te llevan a no actuar o a actuar de forma poco correcta en tu día a día.
3-CAMBIO DE ACTITUD
Cuanto mas entrenemos a nuestra mente en ser resolutiva y a centrarse en las características positivas de nuestro alrededor, más fácil nos será adaptar esta conducta a nuestro día a día. Pensar en negativo nos provoca emociones negativas y formas de actuar que no nos gustan.
Para ello, es importante ser capaces de cambiar de actitud.
EJERCICIO PRÁCTICO
Durante un mínimo de tres semanas puedes probar de realizar el siguiente ejercicio:
Anotar en un papel tres cosas positivas de cada una de las quejas. La finalidad es modificar el pensamiento y que de esta forma llegues a pensar más en positivo. De esta forma, adquirimos el papel de protagonistas actuando para conseguir los cambios que nos provocan sentirnos mejor.
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